Anna construyó una casa grande con jardín y piscina cuando nació su primer nieto Alex para cuidarlo mejor.
Desde antes Anna quería una casa con vistas a la naturaleza y encontró una ubicación adecuada en un pequeño pueblo cerca de Girona. Una gran ventaja del campo es el campo de golf cercano, que le gusta tanto a Anna.
El arquitecto José Manuel Infiesta diseñó una casa abierta al exterior, con interior muy bien iluminado y con una piscina larga.
Toda la fachada está hecha de cristales, que hace aparecer que la familia vive en el exterior. Durante del día la luz natural entra por las ventanas y cristales y ilumina toda la casa.
El suelo y el techo, de 6 metros de altura, son de madera, lo que unido a la luz natural hace que el ambiente de la casa sea muy acogedor y confortable.
El comedor y la cocina están en una gran sala con vista a la naturaleza.
La habitación de la dueña tiene su propio vestidor y baño.
La luz atraviesa toda la habitación, como en toda la casa.
Este gran proyecto demuestra que puede llevar sus ideas de construcción más deseadas a una casa acogedora para toda la familia.